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Los Primeros Gobiernos de Perón Frente al FMI

  • elceiboportal
  • hace 2 días
  • 2 Min. de lectura

Por Bruno Pasutti


Durante los dos primeros gobiernos de Perón, la política económica Argentina

buscó la independencia y la consolidación de un modelo de desarrollo nacional,

lo que hacía que el país se mantuviera alejado de las relaciones de dependencia

financiera con el FMI.


Juan Domingo Perón firmando los acuerdos petroleros con Standard Oil en california
Juan Domingo Perón firmando los acuerdos petroleros con Standard Oil en california

Para analizar la relación entre nuestro país y el Fondo Monetario Internacional, hay que remitirse al momento cuando se inicia el funcionamiento del organismo,. Era 1946, el mismo año en el que Juan Domingo Perón asumía como presidente de Argentina. Es por eso que, en el estudio de la economía argentina, la figura de Perón y sus dos primeros gobiernos, también denominados como la etapa del peronismo clásico, son indispensables. Su postura frente al FMI, en ese entonces, fue de una marcada distancia, ya que el primer mandato de Perón se desarrolló en un contexto internacional excepcionalmente favorable para Argentina. Entre sus razones, se encuentra que la posguerra europea generó una demanda récord de productos primarios, permitiéndole al país acumular un volumen de reservas de oro y divisas sin precedentes.


En este escenario, la Argentina no solo no necesitó recurrir a organismos como el FMI, sino que también basó su política explícitamente en la autonomía y la soberanía económica. Asimismo, el Estado se erigió como el principal motor de la economía nacional a través de la compra de servicios públicos estratégicos, tales como la telefonía, el transporte tranviario y el suministro de gas, entre otros. Paralelamente, el Instituto Argentino de Promoción del Intercambio buscó centralizar el comercio exterior, permitiendo al gobierno de Perón direccionar recursos hacia la industrialización por sustitución de importaciones y financiar las políticas sociales. En este período, la idea de solicitar asistencia o someterse a las condicionalidades del FMI era ajena a la filosofía peronista, que priorizaba el control nacional sobre los resortes de la economía y una fuerte inversión en el mercado interno. Podría decirse que, de esta manera, el Estado atendió la necesidad de financiar su propio desarrollo.


Sin embargo, la situación económica cambió drásticamente en el segundo mandato de Perón, donde las reservas se agotaron y la inflación comenzó a ser un problema. El modelo de industrialización liviana alcanzaba sus límites, y la necesidad de divisas para importar bienes de capital para la industria pesada se hizo imperiosa. Pero, a pesar de las mencionadas dificultades, este peronista mantuvo una postura de independencia frente al FMI. No hubo solicitudes de préstamos ni programas de ajuste del organismo y la política económica se volcó hacia un mayor pragmatismo, buscando nuevas fuentes de financiamiento sin comprometer la soberanía. Entre ellas se encuentra la apertura a la Inversión Extranjera Directa y los créditos de proveedores y comerciales.


Para finalizar, se puede concluir que la ausencia del FMI en el radar de los dos primeros gobiernos de Juan Domingo Perón subraya una concepción de la política económica basada en la búsqueda de un desarrollo autónomo. A pesar de ello, la historia posterior de Argentina, con frecuentes renegociaciones con el FMI, contrasta fuertemente con la postura de distancia y soberanía que caracterizó los primeros años del peronismo.

 
 
 

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